Anduve varios días
feliz, con una sonrisa de oreja a oreja, es que no lo podía creer, la Jose era
más rica de lo que me imaginaba, que mina más intrigante, me tenía loca, me
encantaba. Solo de acordarme la noche que pasamos me excitaba, quería repetirla
una y otra vez.
Ya era viernes, me
tocaba trabajar en el bar y quedamos de juntarnos ahí, luego se iría conmigo al
departamento. Como siempre llegué un poco antes que Félix, Rocío – la dueña -,
y Vicente, así tranquilita podía prepararme un ron cola, tirarme una línea y
ponerme a hacer aseo antes de que empezara el ajetreo. Siempre partía por los
baños, luego los pisos, las mesas y al final la cocina. La barra estaba a cargo
de Vicente así que ahí no me metía. Me dieron las ocho de la noche, había
llegado a las cinco pasaditas, ya tenía todo listo cuando llegaron. Detrás comenzaron
a aparecer los primeros clientes.
Tipo once de la noche
ya estaba corriendo de una mesa ahora, ya tenía la mandíbula dura por la
cocaína y ya me empezaba a preocupar, Josefina aún no aparecía y lo único que
quería era verla. Mientras trabajaba observaba de reojo la puerta. Cada vez que
se asomaba alguien me saltaba el corazón pensando que era ella. Pero nada. Minuto
tras minuto y cliente tras cliente, se me comenzaba a hacer eterna la noche.
Hasta que apareció
cerca de la media noche. Yo, para ser bien honesta, estaba un poco enojada. No sé por qué si no
éramos nada, pero me cargó que llegara tan tarde. Quería verla, quería besarla,
tocarla, que pasaran las horas soñando con tenerla en mi cama, desnuda, con
hacerle el amor.
Pero obvio me hice la
loca, no le iba a mostrar enojo cuando recién estábamos empezando a salir, la
saludé con un abrazo, un beso y una tremenda sonrisa. Ella también a mí, venía
con tres amigas, todas guapas. Se llamaban Natalia, Carolina y Daniela. Eran súper
simpáticas, bueno, en realidad todas menos una. La Dani, su mejor amiga, que
era más rara que pescado con hombros. A ver, días antes la Jose me contó que se
moría por conocerme y ahora cuando lo hizo me miró, me saludó y no me habló
más. Rarísima la mina.
En todo caso me daba
un poco lo mismo, para minas locas me basto y me sobro, además la que me
importaba era la Jose, aunque debo reconocer que nunca en mi vida había visto a
una mujer tan bonita como Daniela. Tenía facciones casi perfectas, nariz
respingada, rostro anguloso, ojos azules y el pelo castaño oscuro, linda como
pocas, pesada como ella sola.
Te das cuenta que me he comido 6 capítulos seguidos? XD X3 Gracias por la recomendación shava
ResponderEliminarEl jueves se viene un nuevo capítulo de larga duración!!!!
EliminarJajajajajaaaaaaa... No podí... La Jose y ahora mirando a su mejor amiga... eso nunca resulta bien...
ResponderEliminarY la Agus está clara que nada va a resultar bien de esa historia...
Eliminar