Josefina
estaba empecinada en vengarse de mí. Me odiaba con toda el alma y tenía
convencida a Daniela de que yo era una mala persona, una drogadicta perdida,
sin corazón, incapaz de enamorarse y a la que había que darle una lección.
Miércoles cerca de las siete de
la tarde en el departamento de Daniela.
Y
ahí estaban intentando planear la forma de vengarse.
-
La mina me dijo que estaba enamorada
de ti. Claro que un rato antes de que me la culiara bien culiá. Dijo Josefina.
Daniela
agachó la mirada. Tomó una bocanada profunda de aire y comenzó a hablar.
-
Le pedí que rehiciera su vida. Jose,
no la quiero hacer sufrir.
Josefina
se tapó la cara con las dos manos mientras cerraba los ojos. Suspiró y tomó una
botella de cerveza que estaba sobre la mesa de centro mientras pensaba la manera
de convencer a Daniela.
-
A ver Dani, me persiguió un año, se
acostó conmigo, me enganchó, nos pusimos a pololear, te conoció, te persiguió,
se acostó contigo, te convenció de ser su amante, te hizo engañarme a mí, a tu
mejor amiga ¿Y no la quieres hacer sufrir? Esa mina te volvió loca. En serio te
lo digo.
-
¿Y qué quieres que haga?
-
Lo que has estado haciendo. Que la
ilusiones, que le hagas creer que van a volver. Si es necesario Daniela dale un
par de besos. Y cuando la tengas loquita por ti, te conseguimos un mino y
llegamos al bar mientras ella esté trabajando. Tú a los besos con el tipo. La hacemos
sufrir un rato y nos vamos. Después de eso desapareces de su vida. Es sólo para
darme el gusto de verla sufrir. Me la debes amiga. Me la debes.
Daniela
apretaba las manos tan fuerte que las uñas le quedaron marcadas en las palmas. Estaba
nerviosa. Odiaba a Agustina pero no quería venganza, ni menos hacerle daño. En realidad
tampoco estaba tan segura de que lo que sentía fuera realmente odio.
-
Ok Jose. Es verdad, te la debo. Y si
tengo que elegir entre ella y tu obvio que eres tú. Hagamos lo que tenemos que
hacer.
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El
bar era mi vía de escape. Aunque ahora trabajaba sólo los sábados, comencé a ir
casi todos los días. Un par de rayas, unos tragos y al cierre Vicente se
encargaba de llevarme al departamento. La mayoría de las veces continuaba la
fiesta ahí, más cocaína y mujeres. Mi promesa de rehacer mi vida era cierta…
Sabía que enamorarme otra vez sería difícil y más olvidar a Daniela, pero por
lo menos podía pasarlo bien. Desde el último mensaje que no hablábamos, habían pasado
cerca de dos semanas y muchas veces fueron mis amigos los que tuvieron que
quitarme el celular de las manos mientras borracha intentaba llamarla.
Como
tantas otras veces Andrea siempre estaba ahí para consolarme. Me hacía reír, teníamos
buen sexo. Me encantaba hacer líneas de cocaína en su estómago y aspirarlas,
luego pasar mi lengua por todo su cuerpo. Por momentos me hacía olvidar a
Daniela.
Estábamos
en uno de esos encuentros cuando me suena el celular. Era temprano en la
mañana, no habíamos dormido nada y estábamos francamente borrachas y duras. Era
Daniela, contesté intentando disimular mi estado.
-
¿Se te pasó el enojo? Me dijo.
Al
escuchar su voz sentí una punzada en el pecho, se me apretaron el corazón y el
estómago.
-
No estoy enojada. Pero tú y yo sabemos
que amigas no podemos ser.
-
Estoy cerca de tu departamento. Te puedo
ir a ver. Me dijo.
-
No. Ahora estoy ocupada.
-
¿Estás con alguien?
-
Sí Dani, no estoy sola. Si quieres te
llamo en la noche y coordinamos.
-
Ok. Me respondió con voz seca.
Andrea
encontró que la situación no podía ser más divertida. Se paró cerró las
cortinas y me dijo en tono burlesco que intentáramos dormir o si no iba a ser
imposible que pudiera juntarme con mi
amor. Me costó pero logré conciliar el sueño. Cuando desperté Andrea ya
no estaba y era demasiado tarde para llamar a la Dani. Decidí seguir durmiendo
y esperar a la mañana siguiente.
Pucha que está buena la historia! tengo el corazón apretado por la Agua y la Dani! a quien no le ha pasado eso intentar rehacer la vida y sale peor!
ResponderEliminarYo creo que cuando el amor es verdadero es casi imposible rehacer la vida... Porque todo empieza y termina en la otra persona...
EliminarJosé que mina mas despechada, esas minas me daaan terror wn ajajaajaj (tocó madera) ajaajaja la temporada pasada la bancaba ahora me da miedo!
ResponderEliminarSiii como que se volvió muy loca con lo de la Dani y la Agus... En fin de temer la Jose!
EliminarHola, soy de tuiter y empecé a leer la historia. La terminé en 2 días.
ResponderEliminarDebo decir que me carga Agustina, la encuentro demasiado rancia.
Josefina me encantaba pero está loca.
Daniela es la típica hetero que no sabe donde está parada.
Las odio a todas, jajajaja. Pero igual estoy leyendo la historia, lograste que los personajes me transmitieran emociones así que es super rescatable.
Muchos saludos, y gracias por regalarnos un pedacito de tu creación.
Pamela.
Hola Pamela, no había leído tu mensaje... Gracias por leerme y buena me encanta que los personajes les provoquen distintas sensaciones, desde odio a amor... La idea es provocar y mostrar también una lamentable realidad... La soledad y el abandono lleva a los excesos en muchos casos...
EliminarUn abrazo!