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miércoles, 6 de julio de 2016

Capítulo VI (Segunda Temporada)

Pasé varios minutos con el celular en las manos, abría el whatsapp de Daniela, comenzaba a escribirle, borraba el mensaje, iba a los llamados, miraba su nombre en la lista de llamadas recibidas del día anterior, iba a marcar, me arrepentía. Dejaba el teléfono sobre mi pecho que estaba ardoroso. Repetí varias veces lo mismo hasta que di un fuerte suspiro y marqué su número. Sonó dos veces y me contestó.

-          No quiero que salgas con otras personas. Fue lo primero que dijo Daniela al responder.

-          Yo no saldría con nadie si tú quisieras estar conmigo. Le dije sin pensar.
-          Vente a mi departamento. Replicó.

Me duché y vestí lo más rápido que pude. Tome dos paracetamol del botiquín que hace tiempo teníamos preparado con Vicente para ayudarnos a pasar la resaca.

Cuando llegué me tomó la mano, me arrastró hasta el sillón, se sentó sobre mí y comenzó a besarme. Ponía sus manos sobre su nuca mientras movía la pelvis sobre la mía, cuando intentaba tocarla me tomaba los brazos. No me dejaba. Veamos cuál de las dos aguanta más, sólo besos, a ver quién gana.

Yo me reí.

-          ¿Viste The L Word? Le pregunté ¿Quieres jugar como Shane y Carmen, Too Hot? Porque me encanta ese juego.

-          Si se, me respondió.

En ese momento no me di cuenta, pero fue extraño, con Josefina más de una vez jugamos a eso. Al final daba lo mismo. Por fin otra vez estábamos juntas. La estaba besando. Cada segundo nuestras respiraciones se agitaban más, sentía cosquillas en el estómago y un nudo en la garganta, de repente se me comenzaron a hacer incontrolables las ganas de llorar. La tome de la cadera para sacármela de encima. Espera, dame un rato, le dije mientras me levantaba, comencé a caminar hacia la puerta. No tenía intención de irme pero necesitaba aire. Me daban vuelta en la cabeza las palabras de Josefina “Tu eres sólo sexo… No vales la pena ni para odiarte” Daniela quedó sentada en el sillón mirándome desconcertada pero en silencio.

Llegué a la puerta de calle, tomé la manilla, las lágrimas se me comenzaban a escapar. Estaba de espaldas a Daniela cuando sentí su mano en el hombro. Me giró hacia ella. Me abrazó. Comencé a llorar como una niña chica. Me daba vergüenza mirarla sólo quería sentirla, tomarme de sus manos y no soltarnos más.

Cuando logré calmarme un poco comenzamos a besarnos nuevamente, poco a poco fui desabrochando su blusa, tocaba con los dedos su torso, le desabroché el sostén, la volteé para besar su cuello, su espalda mientras la llevaba lentamente hacia la habitación. La tiré en la cama, saqué sus pantalones. Su ropa interior. También me fui desnudando poco a poco mientras recorría su cuerpo respirando sobre ella, besándola, tocándola, al ritmo de su aliento, de sus movimientos. Ella me tocaba, se puso sobre mí y comenzó a bajar, su lengua conocía todos mis rincones, sabía cómo hacerme acabar, nuestros cuerpos estaban hechos para estar juntos me convencí de eso desde la primera vez que hicimos el amor.

Fue una tarde mágica que terminó con las dos desnudas sobre su cama. Ella estaba de guata y comencé a escribir sobre su espalda letra a letra un “Te amo”, suspiró, se volteó y me dio un beso. Nos quedamos ahí en silencio, abrazadas, estaba segura de que Daniela era lo único que necesitaba para ser feliz.

-          ¿Qué te pasó? ¿De verdad te ibas a ir? Me preguntó después de un rato.

-          Sí. No. No sé. Le respondí.

-          Pero ¿me puedes explicar qué te pasó? Insistió.

-          Dani. Mira. Yo te amo de verdad. Cuando me miro al espejo te veo a ti, cuando camino por la calle te veo a ti, cada cosa que hago, cada situación, cada persona me recuerda a ti. Tú no eres una conquista más, tú eres la persona que siempre busqué tú eres la mujer de mi vida. Y créeme que yo también intenté no enamorarme de ti, pero estoy segura de que estábamos destinadas a estar juntas.

Daniela me miraba en silencio. Esperé unos segundos para ver si mis palabras tenían respuesta, pero ella sólo cerró los ojos y se recostó en mi pecho así que seguí hablando.

-          Mira. Yo sé que no me crees. Obvio que la Josefina y tus amigas te han hablado pestes de mí ¿Y sabes qué? Todo lo que te han dicho es verdad. Me encanta tomar, drogarme y agarrarme minas que no conozco solamente por la noche. Me da miedo el compromiso. Evito el sufrimiento y vivo para carretear. Pero todo eso Daniela soy capaz de cambiarlo por ti. Solo necesito que me des una oportunidad.

-          No sé si puedo. Me respondió.

Sentí que tomaba mi corazón y lo hacía trisas como si fuera un pedazo de papel.

-          Entonces ¿qué pasó ahora? ¿qué fue esto?

-          Yo también te extraño Agus, pero no podemos estar juntas. Ni siquiera sé por qué no te puedo sacar de mi cabeza, pero estoy segura de que no soy lesbiana, siento que me embrujaste.

-          ¿Por qué no evitas pensar un rato y te dejas llevar? ¿Veamos qué pasa? Quizás terminamos llegando a viejitas juntas, caminando por la plaza de la mano. O quizás todo se termina mucho antes de lo que yo por lo menos imagino. Le dije.

-          No quiero sufrir y no es sólo por ti. Perdería a la Jose, no sé cómo reaccionaría mi familia, es demasiado. Solo te puedo ofrecer esto, estar juntas algunas veces. Sexo casual. Nada más.

-          Dani fueras cualquier otra mujer en el universo y sería la mejor propuesta que me han hecho en la vida, pero ¿tú? A ti no puedo decirte que sí. Si esa es tu postura te pido por favor que me dejes olvidarte que no te aparezcas más por mi vida, por mi casa o por el bar, que no me llames más. Terminemos esto acordándonos de los buenos momentos de lo bien que lo pasábamos cuando no estábamos analizando todo.

Daniela se quedó en silencio mientras yo me vestía. La besé en los labios. La abracé fuerte y salí de su departamento dispuesta a nunca más volverla a ver.



10 comentarios:

  1. Quedé peor que con el cap anterior! jajaja pero si hay propuestas que sólo causan dolor
    Saludos!

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    1. Es que ahí se cayó la Dani... Pero podría ser porque no cree nada en ese amor loco que le declara Aguatina...

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    2. Bueno tiene motivos para no creer, pero esa propuesta sólo implica pasarlo mal. La Agustina tiene derecho a redimirse y para eso debe comenzar a demostrar su cambio

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    3. Bueno tiene motivos para no creer, pero esa propuesta sólo implica pasarlo mal. La Agustina tiene derecho a redimirse y para eso debe comenzar a demostrar su cambio

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    4. Bueno tiene motivos para no creer, pero esa propuesta sólo implica pasarlo mal. La Agustina tiene derecho a redimirse y para eso debe comenzar a demostrar su cambio

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    5. Es verdad! Ahora a esperar si Daniela le da la oportunidad de demostrarle que puede cambiar!

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  2. Quedé peor que con el cap anterior! jajaja pero si hay propuestas que sólo causan dolor
    Saludos!

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  3. Noooooooooooooooooo... =( Qué penita!!!.. Que ganas que se queden juntas.. Daniii arriesgateeeee!!!!.. Yo me la habria jugado con una situacion así.

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    1. Es que igual es difícil aceptar y entender un cambio tan radical en tu vida y en tu manera de sentir y amar... Yo creo que hay que darle tiempo a la Dani para asimilar la situación .
      Un abrazo y gracias por leerme y opinar!

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  4. Que chevere cada vez se pone mejor

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